Tercera visita al festival del guitarrista Bill Frisell, tras presentarnos en 2016 When You Wish Upon A Star y en 2018 Music Is. En 2016, en la sala BARTS, nos proponía un cuarteto con la voz de Petra Haden (sí, hija de Charlie) explorando bandas sonoras de cine y televisión. En 2018, en el Conservatori del Liceu, Frisell nos ofreció un viaje inolvidable, él solo con su guitarra, «un reto» –confesó– que nos dejó boquiabiertos. Poco después, en 2019, el guitarrista debutó en el sello Blue Note con un nuevo proyecto, Harmony, también con la voz de Petra Haden, y con Hank Roberts (violonchelo, voz) y Luke Bergman (guitarra barítono, voz), un cuarteto sin batería con el cual vuelve a Barcelona. Tres discos que para nosotros forman una especie de trilogía en torno a la memoria, al deseo, a la melancolía, a partir del imaginario conformado por las canciones que han acompañado la vida de Frisell, desde Lush Life, de Billy Strayhorn, a la tradicional Red River Valley pasando por Where Have All The Flowers Gone, de Pete Seeger. Y a pesar de que, en teoría, él es el único que no canta en este cuarteto, esto no es del todo cierto: su guitarra paciente y exquisita es una voz más en esta apoteosis sutil de la armonía. «Cuando todo es ruido a tu alrededor, qué placer poder acurrucarse escuchando música como la que crea Bill Frisell», escribimos hace cuatro años. Lo mantenemos, punto por punto, para hablar de Harmony. En tiempos convulsos, la música es refugio.
Bill Frisell, guitarra
Petra Haden, voz
Hank Roberts, violoncello y voz
Luke Bergman, guitarra barítono y voz
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